La verdad es que me da cierta tristeza ver a los animales sin mucho espacio para moverse. Te acostumbras a ver documentales de animales salvajes en los que lo que te impresionan son sus carreras, cómo cazan o las peleas y en el Zoo parece que todo se ha detenido.
Pero los niños lo pasan de miedo igual, fijándose en los detalles y haciéndote saber que conocen mejor a los bichos que tú.
Mientras, el rey de la selva espera tumbado tomando el sol, me lo imagino un poco harto de su actuación...