La cosa es que ayer fuimos a comer una pizza a un bar regentado por un argentino, el Café Bar Muros. Podría llamarse un bar argentino, pero la gracia era que el ambiente era el de un bar asturiano. Tendremos que volver porque se les habían acabado las empanadas de carne, las pizzas no estaban mal. Por lo que veo en el blog, tiene pinta de tener mucho ambiente y actividad.
De ahí nos fuimos al mirador del Espíritu Santo, hacía una tarde bárbara y el sitio es un espectáculo.
La vista hacia oriente y occidente es fantástica, la Deva por ejemplo estaba espectacular a esa hora.
Entre la lluvia y el sol el camino estaba hasta arriba de vegetación.