miércoles, 26 de junio de 2013

Zumos

Tengo ganas de volver a un mercado a hacer fotos...


En uno de los últimos que estuve fue en Barcelona y hacía calor, qué buenos los zumos, entraban por los ojos


Con hielo ni os cuento:



¿Apetece uno?



viernes, 21 de junio de 2013

Teatro!

Ayer tuve tarde de teatro. Me aficioné hace años en el San Juan Evangelista cuando, entre varios amigos del colegio, organizamos un festival de teatro alternativo. Nunca me he lanzado a actuar pero colaboré más de una vez construyendo decorados o con la iluminación. Son experiencias de las que dejan huella.


En la obra de ayer, en Piedras Blancas, actuaba una buena amiga así que en las gradas el ambiente era de gran expectación. La obra era "Algo más que tres sombreros", una adaptación de la gran Olga Cuervo del clásico "Tres sombreros de copa".




El grupo es el Taller de Teatro del PMAC, de Castrillón. Y el trabajo que han hecho de preparación y ensayos ha terminado con mucho éxito, fue realmente divertido.



domingo, 16 de junio de 2013

Carrera de orientación

El sábado participé en una carrera de orientación para niños que organizó el AMPA del Colegio Enrique Alonso. En principio éramos un equipo de 3 niños y yo era el adulto "responsable"... pero los equipos importantes siempre llevan personal de apoyo, así que iban de paso tres madres y un padre más, lo pasamos de miedo!


Íbamos equipadísimos, brújula, prismáticos, linterna, lápiz... lápiz no llevaba todo el mundo, pero los organizadores habían hecho bien su trabajo:



El ambiente era genial, desde la salida, con los nervios y las prisas, y durante la carrera, donde brilló la deportividad, incluso en los progenitores ;)



Estuvimos una hora y pico recorriendo los parque de Ferrera y de la Magdalena y los niños no dieron signos de fatiga en ningún momento. Ya están deseando volver a participar.





sábado, 8 de junio de 2013

Madrid, visita relámpago

El jueves me fui a Madrid porque tenía una reunión el viernes por la mañana. Antes de salir parece que no hay tiempo para nada, pero uno va desarrollando una cierta habilidad para aprovechar las horas al cien por cien.



En una ciudad como Madrid, y un día de junio con temperaturas tan agradables lo mejor es patear de barrio en barrio para hacer tiempo. Nos dimos una vuelta por el Caixa Forum, no lo conocía aún por dentro y por la tarde fuimos a una nueva sala de exposiciones de Elena Ochoa, Ivorypress, dónde vimos una exposición de renderizados de edificios no construidos de Le Corbusier, muy interesante.






La reunión en La Sede del COAM era la mañana del viernes y, después de desayunar, me di una vueltina por Fuencarral y Hortaleza, aún estaban los comercios cerrados. Me llamaron la atención los anuncios de cerrajeros, que aparecen adosados a tuberías y portales como una nube de información inútil. siempre me gustó ese sistema, es exactamente el sistema antagónico al que me interesa como arquitecto y, por eso mismo, es una referencia que tengo siempre presente.




También he visto algún rincón apetecible como un solar vacío y limpio, esperando a ser habitado.



Y al final, corriendo al tren de regreso...





lunes, 3 de junio de 2013

Visita a Segovia, un castillo

Viajar con un niño de cuatro años te hace cambiar el punto de vista. Puedes ir a cualquier parte, pero hay que revestirlo todo de un poco de épica si no quieres que te odien a la hora de salir de casa.
A la vuelta de Madrid de ver el zoo, paramos en Segovia para ver el Acueducto y el Alcázar, con gran éxito de crítica ufff




Al llegar decidí no hacer caso al gps, lo que nos permitió ver el Alcázar desde abajo, tiene toda la pinta de un castillo "de verdad" ;) Luego ya aparcamos junto al Acueducto y cruzamos la ciudad caminando. Están cuidando mucho los edificios y se puede disfrutar de la construcción tradicional, con tejas a torta y lomo, y esgrafiados sobre las fachadas.






El Alcázar es genial para ir con niños: con torres, almenas, puente levadizo y foso ya antes de entrar. No digamos dentro que está lleno de armaduras, sables y cañones...












La visita culmina con la torre, hubo que subir 152 escalones detrás de una "cabra montesa" y la vista no está mal, pero deja recuerdo en las piernas durante dos o tres días... Por supuesto todo rematado con un buen cochinillo para recuperar fuerzas, hay dónde elegir. Estaba buenísimo!